El gesto con que el embajador de Tel Aviv ante la ONU, 👉 Gilad Erdan, respondió a la derrota diplomática resumió la actitud de los sucesivos gobiernos israelíes ante los derechos humanos: al tomar una copia de la Carta de las Naciones Unidas y destruirla con una trituradora de papel, Erdan recordó al mundo que su país es una potencia colonial motivada por un racismo sistémico, a la que nada le importan las vidas humanas, la resolución pacífica de las diferencias, ni los acuerdos y marcos legales que hacen viable la coexistencia de las naciones.
Israel: genocida aislado - La Jornada | link original