Golfo de América, un derecho de Estados Unidos

Este texto de Ramses Pech, escrito el 28 de Enero de 2025, analiza la decisión de Estados Unidos de renombrar su porción del Golfo de México como Golfo de América, y las implicaciones para México. El autor argumenta que la decisión estadounidense refleja una estrategia energética, económica y de soberanía territorial, contrastando con la postura que considera pasiva de México.

Estados Unidos ha renombrado su porción del Golfo de México como Golfo de América, a partir de un decreto emitido por el presidente Donald Trump.

Resumen:

• México no ha aprovechado plenamente su potencial en aguas profundas, puertos y recursos pesqueros, mostrando una visión romántica del pasado en lugar de una estrategia para el futuro.
• El tratado de 2018 entre México, Cuba y Estados Unidos delimitó la plataforma continental en el Golfo de México, estableciendo derechos soberanos para cada país.

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• Estados Unidos, a través de la BOEM (Bureau Ocean Energy Management), gestiona aproximadamente 2,200 concesiones de petróleo y gas en su zona del Golfo de México, además de proyectos de energía eólica y restauración costera.
• La decisión de Estados Unidos de renombrar su porción del Golfo de México como Golfo de América se basa en el artículo VII del tratado de 2018, afirmando su soberanía y jurisprudencia sobre la zona.
• El cambio de nombre no es ideológico, sino una estrategia para fortalecer la identidad nacional estadounidense y optimizar la explotación de los recursos energéticos, pesqueros y turísticos de la región, que abarca más de 1,700 millas y casi 160 millones de acres.
• Estados Unidos produce alrededor del 14% del petróleo crudo y gas natural del mundo en esta zona.
• El sector pesquero estadounidense en el Golfo de América es uno de los más productivos del mundo.
• El Golfo de América también es un importante centro turístico y de actividad marítima para Estados Unidos.
• El cambio de nombre se implementará en 30 días a través del Sistema de Información de Nombres Geográficos (GNIS) de Estados Unidos.

Conclusión:

• La decisión de Estados Unidos representa un cambio estratégico en la gestión de sus recursos marítimos, priorizando la soberanía nacional y la explotación eficiente de sus recursos.
• México debe analizar críticamente su propia estrategia en el Golfo de México para aprovechar al máximo sus recursos y su soberanía territorial.
• El cambio de nombre marca el fin de una relación "romántica" entre México y Estados Unidos en la gestión del Golfo de México, dando paso a una relación basada en la soberanía y la delimitación jurídica.
• La acción de Estados Unidos pone de manifiesto la importancia de una planificación estratégica y la defensa de los intereses nacionales en la gestión de los recursos marítimos.