¿Quién daña más al ambiente: tú o la Inteligencia Artificial?

Este texto, escrito por Nelly Acosta Vázquez el 30 de Noviembre de 2024, reflexiona sobre el impacto ambiental de la Inteligencia Artificial (IA), a partir de una discusión en un curso para el gremio editorial. El artículo explora el consumo energético de la IA, su huella de carbono y las posibles soluciones para mitigar su impacto negativo en el planeta.

Resumen

• La IA se visualiza como una inmensa red neuronal digital, similar a un data center de miles de kilómetros, con un alto consumo energético.
• El entrenamiento de modelos de IA como GPT-3 y Llama 3 consume cantidades enormes de energía, equivalente al consumo de cientos de hogares o la emisión de CO₂ de numerosos automóviles.

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• Los data centers consumen grandes cantidades de agua y energía, con proyecciones de un consumo del 4.5% de la energía global para 2030.
• El uso individual de herramientas de IA, aunque aparentemente pequeño, genera un impacto significativo al sumarse el uso masivo. Una consulta en ChatGPT consume mucha más energía que una búsqueda en Google.
• Daniel Benchimol, creador de Proyecto 451, argumenta que la IA, a pesar de su alto consumo, puede contribuir a la mitigación de problemas ambientales al optimizar procesos.
• Empresas como Google y Microsoft exploran la energía nuclear como una alternativa más limpia para alimentar la IA.
• El uso personal de la IA, como el uso de ChatGPT, incrementa el consumo energético individual, dejando una huella de carbono. La autora, Nelly Acosta Vázquez, utiliza ChatGPT para medir su propio impacto.
• Se propone la reforestación como una forma de mitigar el impacto individual del uso de la IA.

Conclusión

El texto de Nelly Acosta Vázquez presenta una visión crítica y reflexiva sobre el impacto ambiental de la Inteligencia Artificial, destacando tanto sus desafíos como las posibles soluciones. Se enfatiza la necesidad de una conciencia colectiva sobre el consumo energético individual y la importancia de buscar alternativas sostenibles para el desarrollo y uso de la IA. La autora invita a la acción, proponiendo la reforestación como un primer paso para mitigar la huella de carbono generada por el uso de estas tecnologías.