COP30: llegó la hora de escuchar el sentido común y priorizar

El texto escrito por Bjorn Lomborg el 8 de Noviembre de 2025 desde Ciudad de México, analiza el enfoque de las cumbres climáticas, especialmente la COP30 en Belém, Brasil, y critica la priorización exclusiva de la reducción de emisiones sobre el bienestar humano, respaldando la postura de Bill Gates de priorizar la mejora de la vida de las personas.

El gasto global en políticas climáticas supera los 14 billones de dólares, dinero que podría destinarse a necesidades más urgentes como educación y salud.

📝 Puntos clave

• Bill Gates aboga por que las cumbres climáticas se centren en mejorar la vida de las personas, no solo en reducir emisiones.
• Lomborg argumenta que para los países en desarrollo, abordar la pobreza y las enfermedades es más importante que los objetivos climáticos lejanos.

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• Se critica la postura de activistas como el profesor Michael Oppenheimer y el profesor Michael Mann, quienes priorizan la acción climática sobre otras necesidades básicas.
• Se destaca un cambio global hacia un pensamiento más pragmático y matizado sobre el clima, con figuras como el senador Chris Coons y el primer ministro de Canadá reconsiderando sus posturas.
• Se sugiere que el cambio climático no es el fin del mundo y que las políticas deben centrarse en la adaptación y la innovación en energía verde, en lugar de obsesionarse con el objetivo de cero emisiones netas.
• Se menciona que los bancos multilaterales de desarrollo dedicaron 137,000 millones de dólares a la financiación climática en 2024.

Lo malo y lo bueno 👎👍

¿Qué es lo más negativo que se puede extraer del texto?

La crítica principal radica en la priorización de la acción climática a expensas de las necesidades básicas de los países en desarrollo, como la salud, la educación y la lucha contra la pobreza. Esto se considera una visión condescendiente que ignora las prioridades reales de las personas que viven en la pobreza.

¿Qué es lo más positivo que se puede extraer del texto?

El texto promueve un cambio hacia un enfoque más pragmático y equilibrado en la política climática, reconociendo que el cambio climático es un problema real, pero no el único, y que las soluciones deben considerar el bienestar humano y el desarrollo económico. Se aboga por la adaptación, la innovación y la priorización de las necesidades básicas de las personas.