Este texto de Jorge Castaneda, escrito el 18 de diciembre de 2024, analiza la postura de México ante las políticas de deportación de Estados Unidos, bajo las administraciones de Trump y Biden, y las posibles implicaciones de un nuevo gobierno de Trump. El autor compara las estrategias de los gobiernos de Peña Nieto y López Obrador, y especula sobre la posición del gobierno entrante de Claudia Sheinbaum.
Resumen:
2016:Castaneda sugiere en The New York Times que México debería aceptar solo a los mexicanos deportados por Estados Unidos, bajo la administración Trump. Peña Nieto y Luis Videgaray optaron por una postura más conciliadora.
2018-2018: El gobierno de Peña Nieto recibió un número significativo de no mexicanos deportados por Estados Unidos, sin un acuerdo formal de Tercer País Seguro.
Publicidad
2018-2020: Bajo López Obrador y Marcelo Ebrard, México firmó el programa "Quédate en México", aceptando la deportación de no mexicanos a México para esperar sus procesos de asilo.
2021-2024: Con Biden, México acordó recibir un número equivalente de cubanos, venezolanos, nicaragüenses y haitianos deportados por Estados Unidos, a cambio de visas temporales otorgadas por Estados Unidos.
2024:Castaneda expresa su preocupación de que el gobierno de Claudia Sheinbaum pueda ceder a las presiones de un nuevo gobierno de Trump, quien planea presionar a México y otros países para que reciban a los migrantes deportados de Estados Unidos. Trump ha amenazado con consecuencias económicas para Venezuela si no acepta a los venezolanos deportados.
Propuesta:Castaneda propone que México exija a Estados Unidos que cubra los costos de repatriación y manutención de los no nacionales deportados. Cita ejemplos de acuerdos similares entre Turquía y la Unión Europea, y Panamá y Estados Unidos.
Conclusión:
Castaneda considera que la postura de México ante las deportaciones de Estados Unidos ha sido de debilidad, tanto bajo Trump como bajo Biden.
El autor duda de la capacidad de México para resistir las presiones de Trump en este tema.
Castaneda aboga por una postura más firme de México, exigiendo a Estados Unidos que asuma la responsabilidad financiera de la situación.
El autor reconoce la posibilidad de que México pueda llegar a un acuerdo no óptimo, pero aceptable, o incluso recurrir a la mentira, para manejar la situación.
