La guerra contra las drogas: Un negocio administrado, no una política para erradicar el narcotráfico

El texto de Luis Miguel Martínez Anzures, publicado el 19 de Diciembre del 2025, cuestiona la narrativa tradicional de la guerra contra las drogas promovida por Estados Unidos, argumentando que, vista desde América Latina, se revela como un sistema de administración del conflicto más que una política de erradicación. El autor sostiene que esta guerra nunca estuvo diseñada para ganarse, sino para mantener un estado de conflicto controlado que beneficia intereses estratégicos y económicos.

La guerra contra las drogas, según el autor, es un sistema de administración del conflicto funcional a intereses estratégicos, económicos y de control regional, y no una política diseñada para ser ganada.

📝 Puntos clave

• La guerra contra las drogas es una fachada para administrar el conflicto.
• La delincuencia organizada opera como un ecosistema interconectado.

• Publicidad
• Factores estructurales como mercados ilegales, Estados frágiles y desigualdad perpetúan el problema.
• La CIA ha utilizado el narcotráfico como instrumento geopolítico.
• La guerra contra las drogas nunca fue neutral, afectando desproporcionadamente a ciertos sectores.
• México y Colombia son laboratorios de esta guerra administrada.
• Las organizaciones criminales mutan y se adaptan mejor que los Estados.
• El discurso de Donald Trump representa una continuidad histórica, no una ruptura.
• Estados Unidos es el principal mercado, fuente de armas y nodo financiero.
• La guerra contra las drogas es un negocio administrado que beneficia intereses globales y oligárquicos.

🤖 Análisis con Bots

Dice IA en modo bot pesimista:

El texto expone una visión sombría donde la guerra contra las drogas es un ciclo perpetuo de administración de conflictos, diseñado para mantener un status quo de intereses estratégicos y económicos, en lugar de buscar una solución real. La incapacidad de los Estados para adaptarse a la mutación de las organizaciones criminales, sumada a la persistencia de factores estructurales como la desigualdad y la fragilidad estatal, augura un futuro donde el narcotráfico continuará siendo un "negocio administrado", con América Latina pagando el costo humano.

Dice IA en modo bot optimista:

A pesar de la crítica contundente, el texto, al desmantelar la narrativa de la guerra contra las drogas, abre la puerta a una comprensión más profunda y realista del problema. La identificación de los "motores estructurales" y la evidencia histórica de cómo el narcotráfico ha sido instrumentalizado, sientan las bases para repensar estrategias. Reconocer que la guerra no se gana con operativos espectaculares, sino abordando las causas profundas, es un paso crucial hacia políticas públicas más efectivas y serias.