Jalisco o el presente violento

El texto de Alberto Capella, fechado el 15 de marzo de 2025, analiza el descubrimiento del Rancho Izaguirre en Teuchitlán, Jalisco, como un campo de exterminio del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). El autor destaca la gravedad de la situación y la necesidad urgente de abordar los problemas estructurales que este hallazgo revela.

El hallazgo de crematorios clandestinos y cientos de restos óseos calcinados en el Rancho Izaguirre evidencia la brutalidad y el control territorial del CJNG.

Resumen

• El descubrimiento del Rancho Izaguirre expone una crisis de seguridad que supera las estadísticas oficiales y desafía la capacidad del Estado mexicano.
• El autor identifica tres problemas estructurales:
  • Incapacidad/negligencia de las autoridades locales y estatales para detectar y desmantelar estos sitios.

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  • Consolidación del CJNG como organización con capacidades paramilitares.
  • Persistente crisis de desapariciones en Jalisco, con colectivos de familiares asumiendo la búsqueda de justicia.
• A corto plazo, se espera una respuesta más contundente de las autoridades, posiblemente con la atracción del caso por la Fiscalía General de la República (FGR).
• A mediano plazo, Jalisco necesita una estrategia integral que combine inteligencia táctica, depuración policial y fortalecimiento de las capacidades forenses.
• El autor critica la política de "abrazos, no balazos" como ineficaz frente al CJNG.
• El gobierno estatal, encabezado por Pablo Lemus, debe asumir responsabilidad y colaborar genuinamente con la federación y los colectivos.

Conclusión

• El caso del Rancho Izaguirre es un síntoma de la erosión del Estado de derecho en regiones clave.
• Se requiere una acción decidida para devolver la confianza a la sociedad y evitar que Jalisco se convierta en un laboratorio de violencia extrema.
• La seguridad no se recuperará con discursos, sino con acciones concretas.