La ‘manzana envenenada’ que le regalan al INEGI

El texto de Enrique Quintana, publicado el 25 de junio de 2025, analiza las implicaciones de la reforma legal que otorga al INEGI las funciones del extinto Coneval, específicamente la evaluación de la política de desarrollo social. El autor expresa preocupación por la posible pérdida de la neutralidad técnica del INEGI, un pilar fundamental de su credibilidad, al tener que emitir juicios y recomendaciones basados en sus propias estadísticas.

El riesgo principal es que el INEGI pierda su neutralidad técnica al evaluar la política social con sus propios datos.

📝 Puntos clave

• La reforma legal aprobada en la Cámara de Diputados otorga al INEGI la facultad de medir la pobreza y evaluar la política de desarrollo social.
• El Coneval utilizaba las estadísticas del INEGI para evaluar y recomendar políticas de desarrollo social, emitiendo juicios sobre su efectividad.

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• El INEGI se ha caracterizado por su labor técnica y objetiva, limitándose a la producción de indicadores sin emitir valoraciones.
• Existe el riesgo de que el INEGI diluya su neutralidad técnica al evaluar y recomendar políticas basadas en sus propias estadísticas.
• Se compara la situación actual con la anterior a 2011, cuando el Banco de México medía la inflación, generando un posible conflicto de interés.
• La autora sugiere que el INEGI establezca una unidad separada para realizar las evaluaciones, aunque persiste el riesgo de desvirtuar su misión central.
• Se menciona que legisladores de Morena expresaron dudas sobre las métricas del Coneval.
• Se cita el artículo 26 fracción B de la constitución.
• Se menciona a Graciela Márquez, presidenta del INEGI.

Lo malo y lo bueno 👎👍

¿Cuál es el principal riesgo que enfrenta el INEGI al asumir las funciones del Coneval según el autor?

El principal riesgo es la pérdida de la neutralidad técnica del INEGI. Al tener que evaluar la política de desarrollo social utilizando sus propias estadísticas, podría verse comprometida su objetividad y credibilidad como productor de datos imparciales. Esto podría generar desconfianza en sus mediciones y evaluaciones, afectando su reputación y la utilidad de sus datos para la toma de decisiones informadas.

¿Qué medida podría tomar el INEGI para mitigar el riesgo de perder su neutralidad técnica?

El INEGI podría establecer una unidad completamente separada de la producción estadística, encargada exclusivamente de elaborar las evaluaciones requeridas por la ley. Esta unidad debería contar con personal especializado en evaluación de políticas públicas y metodologías rigurosas para garantizar la objetividad e imparcialidad de sus análisis. Además, es fundamental que el INEGI mantenga una comunicación transparente sobre sus procesos de evaluación y los criterios utilizados, para generar confianza en sus resultados.