México y Japón: dos engranes de un mismo motor

El texto de Francisco González Díaz, escrito el 27 de junio de 2025, analiza la relación estratégica entre México y Japón, especialmente en el sector automotriz y de autopartes, en el marco del vigésimo aniversario del Acuerdo de Asociación Económica (AAE). Se destaca la importancia de esta alianza para afrontar los desafíos geopolíticos y construir la movilidad del futuro, resaltando la inversión japonesa en México, el intercambio comercial y las oportunidades de crecimiento.

En 2023, México exportó un récord histórico de 14,771 unidades de vehículos ligeros a Japón.

📝 Puntos clave

• La relación entre México y Japón en el sector automotriz se consolida como una alianza estratégica.
• En 2024, el intercambio bilateral alcanzó los $23,648 millones de dólares.

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• México ha exportado crecientemente vehículos ligeros a Japón, con un récord de 14,771 unidades en 2023.
• Más de 1.8 millones de vehículos producidos en Japón se han vendido en México entre 2005 y 2025.
• De las 1,454 compañías de autopartes instaladas en México, 205 son de origen japonés.
• Entre 2006 y 2024, Japón ha invertido $7,585 millones de dólares en el sector de autopartes en México.
• Existen oportunidades para ampliar la inversión japonesa en componentes estratégicos.
• La alianza es relevante ante los ajustes en la política comercial de Estados Unidos.
• Varias empresas japonesas exploran proyectos de producción de vehículos híbridos y eléctricos en México.

Lo malo y lo bueno 👎👍

¿Qué aspectos negativos o desafíos se identifican en la relación México-Japón según el texto?

La principal preocupación radica en el cumplimiento de las reglas de origen del T-MEC. Aunque la producción se realice en México, la falta de materiales clave regionales podría resultar en aranceles de hasta 27.5%, afectando la competitividad en el mercado estadounidense.

¿Cuáles son los aspectos más positivos y las oportunidades que se destacan en la relación México-Japón?

La relación se presenta como una alianza estratégica sólida y con futuro, impulsada por décadas de colaboración tecnológica, certidumbre jurídica y complementariedad productiva. La inversión japonesa en México, la creciente exportación de vehículos ligeros y la exploración de proyectos de vehículos híbridos y eléctricos son señales de un potencial de crecimiento significativo, especialmente en el desarrollo de cadenas de proveeduría regionales y tecnologías limpias.